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Mostrando las entradas de enero, 2021

Cómo «rebotar» emocionalmente de esos momentos en que parece que todo nos sale mal

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  Cuando   disciplinamos a los niños no se trata de hacerlo mejor que los demás, sino de hacerlo mejor que ayer. Todos tenemos esos momentos en que sentimos que no estamos a la altura de las circunstancias: nuestra paciencia no es la misma y les gritamos más rápido y más alto a nuestros hijos, usando palabras que alinean con nuestro coraje y frustración en lugar de alinear con nuestra disciplina. Frases que tratan de crear culpa en los niños como: « ¡ Siempre es lo mismo! ¡Tengo un montón de platos sucios en el fregadero y no tengo tiempo para escuchar más tonterías!» solo contribuyen a hundirnos más en nuestras propias inseguridades y sentimientos de duda. En reacción a nuestros gritos y regaños, los niños se alborotan más, los trastes siguen sin fregarse y los problemas se acumulan, en lugar de resolverse. A continuación, ofrecemos algunas sugerencias para traer calma al caos. «Pegarnos a nuestro aquí y ahora», desconectándonos del pasado (« ¡ Siempre es lo mismo!»). Debemos e

Sin premios ni castigos: La ruta hacia una disciplina basada en consecuencias

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Familias > Disciplina del niño > Límites y normas > Autoayuda   En realidad, todas nuestras reacciones en la vida, positivas y negativas, son una consecuencia. Cuando entramos en la habitación de nuestro hijo y le sonreímos ampliamente porque vemos la habitación ordenada sin que se lo hayamos pedido, eso es una consecuencia positiva. Dos horas más tarde, cuando le ponemos mala cara y refunfuñamos porque encontramos sus platos sucios en el fregadero y residuos de su almuerzo sobre la mesa, eso también es una consecuencia, ahora de carácter negativo. Cuando usamos consecuencias para disciplinar a los niños, no solo les estamos enseñando a cumplir con sus obligaciones de manera responsable, sino que también los motivamos a mirar dentro de sí mismos para reflexionar sobre cómo pueden hacer las cosas mejor en el futuro. El poder real detrás de la disciplina basada en consecuencias es enseñar a los niños que sus conductas tienen consecuencias, no solo para sí mismos, sino tam