Sabías que…



Cuando necesitamos redirigir la conducta del niño rápidamente, es más probable que obtengamos mejores resultados usando el protector « ¡Para!» en lugar del prohibitivo « ¡No!». Un « ¡Para!» corto pero enérgico le sugiere al niño que algo no está bien, y que algún peligro se asoma en el horizonte. Esto contribuye a que el obstinado niño pause por unos segundos para evaluar mentalmente la situación. Decirle « ¡No!», por otro lado, puede poner a los dos, adulto y niño, en una innecesaria batalla de voluntades fuertes.

 

Síguenos en Facebook (Haz clic en el enlace): Ir a Disciplina que impacta

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Regañar NO es disciplinar: La importancia de entender la diferencia

Cómo disciplinar a un niño oposicionista

Sin premios ni castigos: La ruta hacia una disciplina basada en consecuencias