En lugar de decirlo, ¡pregunten!
Nuestras preguntas de reflexión son un valioso instrumento para que los niños aprendan a percibir y a evaluar su comportamiento con mayor claridad y precisión. Una buena pregunta de reflexión, a su vez, envuelve al niño en planes, opciones y alternativas socialmente aceptables. Algunos ejemplos:
- ¿Qué necesitas hacer para estar listo a tiempo para la escuela?
- ¿Qué necesitas hacer para limpiar la leche que se derramó?
- ¿Cómo pueden resolver este problema tu hermano y tú?
- ¿Qué necesitas llevar para que no sientas frío afuera?
- ¿Qué planeas hacer para estar listo para tu examen de Química?
- ¿Qué planeas hacer para terminar tu tarea?
- ¿Qué necesitas que ocurra para resolver esto?
- ¿Puedes pensar en otra forma para hacer eso?
- ¿Tú crees que lo que estás haciendo te está ayudando? ¿Cómo lo puedes mejorar para conseguir lo que quieres?
- ¿Qué puedes hacer para reparar los sentimientos lastimados de tu hermanita?
- ¿Necesitas (mi) ayuda?
- ¿Cómo quieres que te ayude?
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