Aprendiendo a decirle «NO» a sus presiones negativas. Importantes destrezas de rechazo para niños

Los niños hábiles en destrezas de rechazo están mejor preparados para enfrentarse a las situaciones negativas de la vida real, y saben usar destrezas sociales efectivas para vencer las tentaciones y las presiones de sus compañeros. Cuando nuestros niños saben decir «NO» a la presión de sus pares, son más propensos a tomar decisiones responsables y más capaces de abstenerse a participar en conductas de alto riesgo. En ausencia del vigilante y  protector adulto, saber decir «NO» en momentos de presión equivale a establecer límites autoimpuestos, o límites que el niño se impone a sí mismo, sin necesidad del control externo del adulto. Cuando los niños aprenden a detenerse para considerar las posibles consecuencias de una conducta de alto riesgo antes de aceptar el reto —y al mismo tiempo, tienen a su disposición diferentes maneras de decirle «NO» a ese reto— tienen más éxito en rehusarse a participar de algo que les puede hacer daño, o que le puede hacer daño a otro. A continuación, un procedimiento simple (1) para enseñar a los niños cómo pueden decir «NO» cuando son retados a participar en conductas perjudiciales.

 

Pedirle al niño que mencione algunas decisiones que tiene que tomar a través del día. Escribimos las contestaciones del niño en una lista. Algunos ejemplos:

• Comer comida saludable o comida chatarra.

• Ser amigable o ignorar a otro niño.

• Seguir las reglas o desobedecerlas.

• Terminar de hacer la tarea o dejarla sin completar.

• Decir la verdad o mentir sobre algo.

• Escuchar a la maestra, o hablar con otro niño mientras la maestra está hablando.

Hacer que el niño identifique una ocasión en que otro niño le pidió que hiciera algo que él/ella realmente no quería hacer. Puede ser algo que podía causar un problema para el niño, o para otra persona. Algunos ejemplos: burlarse de otro niño, acosar a otro niño, fumarse un cigarrillo, oler un producto casero, robarse algo, hacer trampa en una prueba, desobedecer una regla de la casa o de la escuela, hacer algo peligroso en la patineta o con la bicicleta, o decir una mentira.

Explicarle al niño que una manera de mantenerse seguro y fuera de problemas es aprendiendo destrezas de rechazo. Lo más importante para que el niño recuerde es: Si te sientes incómodo sobre algo que te piden que hagas, PARA — PIENSA — (Y) CONSIDERA lo que puede suceder si haces lo que te están pidiendo que hagas.

Demostrarle al niño cómo puede ser asertivo si alguien le pide que haga algo que puede crear un problema. Por ejemplo, si es incitado a pelear, el niño se para derecho, mira al otro niño en los ojos, pone sus manos en sus caderas, y dice sin gritar, pero con voz firme: «Yo no quiero pelear contigo». Entonces hacemos que el niño se pare derecho y practique. Comentamos que usar esta estrategia lo puede ayudar en algunas ocasiones, y que existen otras maneras de rehusarse, tales como:

• Decir «No» o «No, gracias» una y otra y otra vez; tantas veces se necesiten. Ejemplos: «No, no puedes tener el dinero de mi almuerzo porque es todo lo que yo tengo». Y, «No gracias, yo no fumo».

• Llamarlo por su nombre. Por ejemplo, decir: «Eso sería hacer trampa (robar, acosar, usar drogas, no seguir las reglas, etc.), y yo no hago esas cosas».

• Cambiar el tema y hablar sobre otra cosa. Ejemplos: « ¡Ese fue un gran juego!», « ¿Has terminado tu proyecto?» o « ¿Qué está pasando allí?».

• Hacer preguntas; ejemplos: « ¿Qué es lo que me estás pidiendo que haga?», « ¿Por qué tú quieres que yo haga eso?», « ¿Por qué estás tratando de meterme en problemas?» y « ¿Cuál es tu problema?».

• Dar razones. Ejemplos: «No me quiero meter en problemas», «Yo pienso diferente a ti» y «Si hiciera eso, me sentiré mal después».

• Usar humor o sarcasmo. Por ejemplo: «Tienes que estar bromeando. Esa cerveza puede hacer que yo explote por dentro» y «Claro, eso es tooodo lo que yo tengo que hacer. Y después, estaré castigado en mi habitación por un siglo».

• Sugerir hacer algo diferente; ejemplos: «Vámonos a correr bicicleta», «Vamos a la cancha a jugar baloncesto», «Vamos a preguntarle a Juan si quiere jugar fútbol con nosotros» o « ¡Si no puedes alcanzarme eres un sapo!». (Al mismo tiempo que sale corriendo).

• Si quieres seguir siendo su amigo, mantener las puertas abiertas. Aquí el niño le puede decir a su amigo: «Cuando decidas hacer algo que no sea peligroso, puedes invitarme» o «Voy a estar en mi casa, por si decides jugar videojuegos conmigo».

• Como cierre, enseñamos al niño que, cuando todo falla, simplemente debe concentrarse en ignorar al otro niño y alejarse de su lado.

1. Adaptado de Leah Davies, M.Ed., Teaching Children Refusal Skills. Para leer el artículo original, pueden hacer clic en el título.

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RET: La fórmula para educar niños emocionalmente inteligentes

 

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